Una de las más lindas cosas que tiene la ciencia es que te permite establecer colaboraciones de trabajo que te pueden llevar a lugares inesperados. Esto es una bendición respecto a otro tipo de trabajos, aunque a veces puede ser un verdadero desafío. Hoy les escribo desde Japón y en este post les voy a resumir un poco cómo ha sido mi primera semana en este lugar.
Argentina y Japón están muy lejos y eso significa, entre muchas otras cosas, una diferencia horaria de 12 horas. Cuando en Argentina es la mañana, en Japón es la noche, y viceversa. La consecuencia de esto es un jet lag furioso sumamente difícil de superar, pero gracias a conocer científicos especializados en relojes, he conseguido muy buenos tips para ajustar mi reloj circadiano a la nueva zona horaria. Entre ellos: mucha luz a la mañana, hacer ejercicio al comienzo del día, concentrar las comidas en un periodo de 8-10 horas coincidentes con el periodo de luz (día), y ayudar al cuerpo quizás con un poco de melatonina a la noche. A mí me ayudó mucho también permanecer despierta lo más que pude el día que arribé al país, que aunque luego de un viaje de 32 horas se hace un poco difícil, fuerza al cerebro a realizar un poco de ajuste. El proyecto que me trajo hasta acá es realizado en colaboración con el Dr Toshiyuki Imaizumi del Weed Management Group, Division of Crop Productive Systems, Central Agricultural Research Center, National Agricultural and Food Research Organization. Dr Imaizumi y yo nos conocemos desde nuestras estancias en el laboratorio de la Dra Kathleen Donohue en Duke University, y nuestro trabajo juntos ha continuado aún luego de nuestras vueltas a los respectivos países. Esta vez vamos a estudiar los eventos moleculares (lo que pasa dentro de las células) involucrados en la respuesta de las semillas de arroz maleza a los cambios ambientales experimentados durante su maduración en la planta que las produce (efectos maternos). Este proyecto junta mis intereses en entender cómo la información se pasa de una generación a la otra en plantas y los intereses del Dr Imaziumi en entender cuáles son los determinantes que hacen al arroz maleza una tan buena maleza, valga la redundancia. Vale la pena decir que el arroz maleza es bastante particular, las variedades de arroz maleza han surgido de eventos de "dedomesticación" del arroz cultivado, y es una gran amenaza en la producción de arroz a nivel mundial, especialmente en Asia, ya que compite muy bien con el arroz cultivado produciendo pérdidas de más del 80% si no es controlada a tiempo. En Argentina, el arroz maleza no es aún una amenaza a la producción de arroz, pero como se suele decir, más vale prevenir que curar. El primer día de trabajo transcurrió entre presentaciones, trámites, cosecha y conteos de germinación. Con los días, y a medida que el ajuste del reloj circadiano fue progresando, el trabajo se hizo más ameno. En resumen, esta semana no sólo pisé un país que nunca pensé que conocería, sino que también vi por primera vez un cultivo de arroz, pude empezar a trabajar con un nuevo modelo de estudio y pude empezar a sumergirme y dejarme llevar por una cultura completamente diferente y fascinante. ¡Y todo gracias a la ciencia!
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Escribimos sobre cosas que nos llaman la atención, experiencias, artículos interesantes (propios y ajenos), experimentos y noticias del laboratorio. Archivo
Octubre 2023
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